Estar envueltos en sentimientos de soledad, vacío crónico y desesperanza es un estado que muchas personas compartimos. Cada día se torna más complicado que el anterior y comenzar de nuevo resulta cansado.

La gente alrededor no logra comprender cómo es que realizamos algunas conductas que califican como extrañas:

Repetir incansablemente rituales para tranquilizar una voz interna que no deja de llenarnos de miedo.

Lastimarnos a nosotros mismos físicamente buscando aminorar el sufrimiento emocional que experimentamos, a veces, al grado de desear no continuar con nuestra vida.

Estar en alerta constante para evitar que las personas que amamos o con las que nos sentimos cercanas nos abandonen llegando a empeorar el vínculo sin querer que eso sea el principal objetivo.

Tener explosiones incontrolables de ira en donde hemos podido llegar a herir a quienes más nos aman y que, tan solo unas horas después, una profunda culpa nos inunde.

Estar en cama la mayor parte del día sin encontrar el deseo interno que nos lleve a ponernos de pie y realizar actividades que, en el mejor de los casos, antes eran fáciles de realizar.

Experimentar temores y dejar nuestra vida por miedo a cómo los demás nos perciben o porque podamos perder el control de nuestro cuerpo y alguna enfermedad física pudiera acabar con nosotros (cuando ya hemos realizado innumerables estudios que confirman nuestro perfecto estado de salud).

Escuchar voces o ver personas, sombras u otros objetos que los demás no escucharan u observarán y que pueden atemorizarnos, además de que, también existe la desconfianza de que lo contemos a otros y busquen encerrarnos o no logren entender por lo que estamos pasando.

En Casa Luha TMG comprendemos el sufrimiento por el que nuestros consultantes y sus familias atraviesan en la búsqueda de mejorar su calidad de vida sin darse cuenta que muchas de las actividades que realizan solo terminan empeorando a la larga la forma en la que se sienten y creando nuevas problemáticas (aumento desconsiderado de la medicación, vivir para luchar contra la “enfermedad”, reducir sus espacios de convivencia, aumentar la tensión en las relaciones entre todos, grandes inversiones económicas en uno, otro y otro tratamiento sin observar cambios que logren mantenerse a largo plazo).

¿Qué hacemos en CASA LUHA TMG? A través de un abordaje interdisciplinario realizamos un proceso de evaluaciones que determinará:

El nivel de afectación que la problemática ha tenido en la persona y su contexto directo (familia, si fuera el caso) a nivel: físico-cerebral, cognitivo, emocional, relacional y espiritual (conectado a lo más importante que la persona tiene en su vida).

Definimos el nivel de intervención necesaria adecuada a cada caso, con sus particularidades y con el tratamiento psicoterapéutico más adecuado para cada situación pensando siempre en que el abordaje cumpla con los más altos estándares de evidencia de efectividad.

Involucramos desde el comienzo a la familia (o el contexto directo) en reuniones basadas en diálogos abiertos que permitirán darle voz a todos los involucrados en la situación problemática, así como un entorno diferente, cálido y cuidado en dónde experimentar de manera diferente relaciones basadas en lo que es importante del grupo familiar (o el contexto directo).

Desarrollamos entre familia, consultante y el equipo clínico un proyecto de vida basado en lo importante y acompañamos en su ejecución y seguimiento.